martes, 20 de abril de 2010

Reflexión: quienes van delante

Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes hacia el Reino de Dios…


Estas palabras que a veces nos chocan, fueron dichas por Jesús en el evangelio de Mateo dirigiéndose a las personas “religiosas y respetables” que probablemente quedaron espantadas al oírlas.
Las mismas siguen inmediatamente a la parábola de los dos hijos: uno que dijo que si al pedido de su padre, pero que luego no lo hizo, y el otro que dijo que no, pero que luego lo hizo (Mt 21:28-31). Pareciera que las prostitutas y los cobradores de impuestos son aquellas personas que abiertamente se niegan a ser obedientes a las normas y a las reglas, pero que luego obran con justicia, como tantas veces enfatiza Mateo en su evangelio: justicia y compasión.
Que obran de acuerdo a la justicia (al contrario de los religiosos y respetables) queda de manifiesto por su fe y lealtad a Juan, que les enseñó el camino de la justicia a pesar de su mala apariencia y de su mensaje y prácticas contrarios a la norma. Mientras que los religiosos y respetables rechazan a Juan a pesar (o por causa de) las respuesta hacia él de parte de las personas de mala fama de Judá. Son como aquellos que profesan hacer lo que Dios les pide, pero sustituyendo el llamado a la justicia y la misericordia por el legalismo.

Parece correcto suponer que la preferencia sobre los respetables y religiosos nos dice que el Reino de Dios da prioridad a los marginados y a los vulnerables, y que en todo caso Jesús está criticando a los piadosos por su presunción de privilegio y por sus pretensiones de superioridad en el conocimiento de la ley de Dios.

En el evangelio de Lucas no encontramos estas palabras de Jesús, pero nos presta dos ejemplos de sensibilidad de corazón, el de una prostituta y un cobrador de impuestos (7:36-50 y 19:1-9).

En lo personal, prefiero contarme entre los vulnerables, los humillados, los marginados y los despreciados sexuales. Que el Señor me encuentre entre los que buscan la misericordia y la justicia.